Un encargo de una madre para su hija, ya mayor, le encanta el cine y por como hija...¡se merecía un Oscar!
Hicimos una gran tarta para 30 personas de bizcocho de chocolate y relleno de trufa. Un clásico.
Anécdota...
Ésta gran tarta había que transportarla encima de un tablero, ¡parecía tan viva como un acordeón!
Si habéis cubierto alguna vez una tarta en fondant...imagináos una tarta de ésta embergadura...y más que no me gusta dejar una capa gruesa de fondant...una capa uniforme y finita.
De recuerdo, dos herpes labiales del estrés.
Y que siga la película...
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