Una tarta de Pocoyó para un niño de dos añitos llamado Adrián.
Tenía que tener mucho color para que a él y a sus pequeños amigos les llamara la atención y así fue.
Me basé en un capítulo de Pocoyó en el que todos pintan y se van manchando también, me pareció divertido y así lo hice.
La tarta: una devil´s food cake rellena de chocolate y nata.
Anécdotas, dos:
La primera, no estaba segura de como había quedado la cara de Pocoyó al moldearlo, vino mi ahijado de año y medio, la vio y dijo "Popooo" (así es como él llama a Pocoyó). No había mejor control de calidad de estructura facial que ese ;-)
Cuando le di la tarta a los papás, les encantó. En la sillita estaba Adrián y decidieron enseñársela...el niño empezó a alargar las manos mientras decía Pocoyó ante lo que hice una maniobra de evasión a lo: "mejor yo me voy"...veía que no llegaba la tarta al cumpleaños. Pero llegó y a todos (grandes y pequeños) les gustó.
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